NECESITO AYUDA

Desde que tengo uso de razón, es decir, desde hace bien poquito, hay dos misterios que, noche tras noche, me rondan sin piedad, y a los cuales no encuentro explicación. Uno es el Misterio de la Santísima Trinidad -Dios me perdone-, el segundo, más mundano pero no menos importante para mí, es el de la edad de la mujer.
Vaya por delante que, como macho macho que soy, ¡huy!, siento hacia las mujeres una atracción sin límites, y por lo tanto, las respeto y… hasta me rindo a sus encantos. Todo eso está muy bien, pero una y otra vez me pregunto cuál es la verdadera edad de la mujer. Ya casi dudo que fuera creada casi a un tiempo que el hombre, porque sus años se convierten en siglos.
Me explico. Después de investigaciones exhaustivas he llegado a la conclusión de que casi siempre nos engañan. Un ejemplo: una señora vecina mía llevaba veinte años cumpliendo cuarenta y cinco; claro, ésto yo no me lo explicaba, pero la liebre saltó cuando fue a pedir la jubilación y tuvo que declarar que tenía sesenta y cinco.
Verdaderamente no sé que oscuros motivos tienen las féminas para ocultar, mejor, rebajar su años. ¡Pero si están fenomenales con cualquier edad! En fin, yo seguiré investigando en mi particular laboratorio a ver si llego a algún resultado. Mientras tanto, mi suegra seguirá teniendo veinticinco, mi cuñada dieciocho y mi bisabuela (q.e.p.d.) cincuenta y dos. O sea, que el único viejo de la familia soy yo.
Desde aquí quiero hacer un llamamiento a todos los hombres para formar una plataforma que reivindique el derecho a quitarnos años de encima. Yo ya he comenzado, sólo tengo dieciocho, y cuando me vean encorvado y apoyado en un bastón, y me pregunten la edad, les contestaré que soy muy joven pero que nací con malformaciones.

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