De pronto me he dado cuenta que MIS OJOS no se conocen. Tanto tiempo trabajando juntos, en equipo, y sin embargo, cuando uno mira hacia un lado, le vuelve la espalda al otro.
¡Qué pena me dan mis ojos!. No han podido mirarse frente a frente. No han podido gozar de una mutua mirada cálida.
Y se irán, en silencio, sintiéndose SOLOS.
Reblogueó esto en Salto al reverso.
Que gusto leer estas reflexiones.
Gracias.
Un abrazo.
Wow que buena reflexión. No se me había ocurrido.
Me ha encantado.
Un besote.
Los pobres ojos, tan cerca y tan lejos el uno del otro. Me da pena que nunca lleguen a conocerse.
Bsss!